LETRAS Aquí están las letras de los dos últimos álbumes. Primero las de "Alas de plomo" y luego las de "Alevín de plata, alevín de luz"



ALAS DE PLOMO


A un pájaro pequeño

A un pájaro pequeño le ha engañado
la falsa transparencia de un cristal.
En el jardín del seminario
se agita un ala sin parar.

¿Por qué me diste alas de plomo
y luego así me incitaste a saltar?
Alas que no me sirven no las quiero,
Alas que no saben volar.

¡Ah, pájaro pequeño!

Esconde tu alegría en el armario,
oculta tu pequeña rebelión,
no vaya a sorprenderte idolatrando
la mano larga y dura del rector

Tus chapas de los Pistols, Golpes Bajos
prendidas junto al corazón.
Olor a sueño y frío entre el tabaco,
Play Boy oculto está entre Hesse y Dios.

¡Ah, pájaro pequeño!

Reloj y corazón sincronizados,
al fin será esta noche la evasión.
Helados por las calles desalmadas,
los “malos tiempos” han de ser mejor.

Dame otro trago de esperanza
y dame otra calada de emoción.
Al deambular la libertad cobraba
un contragusto de insatisfacción.

Alas que no saben volar
¿Para qué las quiero usar
si no me llevan al cielo?
Alas que no saben volar
¿Para qué las quiero usar
si volar ya me da miedo?

¡Ah, pájaro pequeño!




Soldados

Aquellos que fuisteis
soldados en las filas de los tristes.
Amantes que heristeis
 la piel de tantos árboles tatuados.
Flechazos que fueron
 al fin sólo epitafios dolorosos.
Celosos, perdidos
 y presos para siempre del olvido.


Valientes caídos
por todo lo que no tuvo sentido.
Quijotes molidos
a palos por haber mucho querido.
Creímos, rezamos,
 rosarios de granizo en nuestras manos.
Perdimos, luchamos
y nada podrá borrar lo que amamos.

Batallas perdidas
Y fueron mis medallas mis heridas
Quijotes molidos
a palos por haber tanto querido.

Banderas de frío,
ejércitos de noche y de rocío.
Del alma y sus trizas
los nombres en las cruces cicatrizan.
Soldados, a veces
nadaban en las lágrimas los peces.
Furtivos los días,
cazábamos con trampas la alegría.

Y en tu pelo
tejieron las arañas el consuelo.
Batallas perdidas,
y fueron mis medallas mis heridas.
Y es que a veces
nadaban en las lágrimas los peces.








Al mar

Al pasar me rozó
no sé qué ángel malo y yo
no sé bien qué sentí,
renegué hasta de vivir.

Encontré el corazón
tirado al contenedor.
Me asusté.
Se asustó
y  en mis manos palpitó

Y lleva el viento
todo mi dolor en su ulular
Y arrastra el tiempo
todo mi pesar hacia el gran mar.
Al mar, al mar, al mar.

Aleteando tu voz
se posaba en mi alma en flor.
No sé bien qué sentí
pero estaba bien así

No sé tú
¡Qué sé yo!
No sé si fuimos los dos
Me alejé
Te cogí
Y qué bien se estaba allí.

Viento que en tus brazos llevas mis suspiros
Ojos que sus ojos pueden contemplar
Era tan dulce, era tan claro, era tan vivo
Era otro cielo, era otro aire, era otro mar.

Y lleva el viento
todo mi dolor en su ulular
Y arrastra el tiempo
todo mi pesar hacia el gran mar
Al mar, al mar, al mar.








Algo que me lleva

Ay cabeza loca,
se te va la fuerza por la boca.
Siempre andas así.

Odio en tu mirada.
Siempre estás cansada.
Siempre mala cara,
y sólo para mí.

Mírate al espejo.
Estás mucho más viejo.
¿Dónde vas así?

La noche está quemando sus últimas estrellas.
Yo voy tras ti rabiando.
Motores que me llevan hacia ti.

A veces de escaparme me entran ganas
Sacar mis esperanzas de la cama
Y en medio de la noche fusilarlas
(pegarles cuatro tiros y enterrarlas)

A veces de vengarme me dan ganas
Sacar mis escorpiones de su caja
y ponerlos donde va tu alma descalza.

La noche está quemando sus últimas estrellas.
Yo voy tras ti clamando. Motores que me llevan hacia ti.

Algo que me lleva a ti.

















Así que se hunda el mundo

Así que se hunda el mundo
no van a detener
lo que está tan profundo
 y no deja de crecer

Así que se hunda el mundo
no nos van a vencer.
Desde lo más profundo
un nuevo amanecer

¿Quién puede atar la fuerza de un segundo
o  la mar hacer retroceder?

Así que se hunda el mundo
no podrán ya borrar
lo que en el aire he escrito
y bien escrito está

¿Quién puede ya apagar aquella estrella
que al cerrar los ojos siempre ves?

Escribe en el agua tu verso mejor.

No me pidas que calle.
Hoy necesito hablar.
No me pidas que calle.
Mi aliento es libertad.

¿Quién va a imponer silencio entre las olas
 o a las hojas puede enmudecer?

Aunque su dedo apunte
a nuestro corazón
Aunque  su dedo apunte
No van a disparar

¿Quién puede ya apagar aquella estrella
que al cerrar los ojos brilla aún más?

Escribe en el agua tu verso mejor
Levanta las manos y coge el calor.









Tiempo enemigo

Ayer venciste
y el mundo casi entero te bebiste
Celebrar quería todo lo que me dijiste.
Ayer soñaba que eras tú esta vez quien me buscaba
y yo te hallaba

Espejo,
¿por qué hoy me hablas de usted si eras mi amigo?


Viento,
aunque quiera avanzar puedes conmigo.

Tiempo enemigo,
que un día me haces rey y otro mendigo,
yo te maldigo





























Dormido

Como marzo esconde sus promesas donde
no se las lleve el frío,
guardo aquel momento que le robé al tiempo
yo, nadando en su río.

Como abril esconde sus criaturas donde
no las hieran los niños,
llevo yo escondida mi adorada herida.
Yo te llevo conmigo.

Después de haber cien veces ya caído.
Saber que no está ya todo perdido.
Quisiera estar allí otra vez dormido
Dormido

Andar, andar, descalzo,  tanto andar
sobre sueños rotos.
Y hablar, hablar, no quiero solo hablar
como hacen los locos

Yo quiero estar allí otra vez contigo
Sentirme así otra vez tan protegido
Quisiera ya poder estar dormido
Dormido

Como el mar oculta su mayor tesoro
guardo yo en mi pecho lo que más adoro.
Y lo que más siento es no haber más sentido.
Todos mis intentos son tiempo perdido.
Dormido.


















Escuela de Tristeza

Escuela de tristeza, aula de niños muertos
marcaron el principio de un final funesto.
Soldaditos de plomo, piezas de repuesto van.
Los altos ideales casi a ras de suelo están.

Y no sé, te juro que lo intento,
pero no, no puedo ya callar.

Por las venas del mundo fluyendo el veneno va,
y lo que era mentira luce ya por cierto.
Hagamos que no has visto, finge que estás muerto.
Cuanto más os conozco más quiero a mi perro.

Creo recordar que allí había un dios o algo que se llamaba amigo
Palabras que ya, madre o amigo, no sé qué querían decir.

Cállate, que estás mejor así.

Infancia recluida, juventud pasmada
Cogidos por los ojos vamos en manada.
Colirio de veneno y obediencia ciega.
Cogidos por los ojos el diablo nos lleva.

Y no sé. Te juro que lo intento,
pero es que hay recuerdos que no encuentro.

Desde que me cambiaron megas por cerebro
no he vuelto a ser capaz, no he vuelto a ser más bueno, no.
Recuerdo que tenía un corazón o un perno,
algo que se agitaba y se ponía tierno.

Creo recordar que allí había un dios o algo que se llamaba así.
Palabras que ya, madre o amigo,  no sé  qué querían decir.

¡Quieto donde estás!
¡No des un paso más!

Hagamos que no has visto, finge que estás muerto.
Cuanto más os conozco más quiero a mi perro.




Mondnacht
Es war, als hätt’ der Himmel
Die Erde still geküßt,
Daß sie im Blütenschimmer
Von ihm nun träumen müßt'.

Die Luft ging durch die Felder,
Die Ähren wogten sacht,
Es rauschten leis’ die Wälder,
So sternklar war die Nacht.

Und meine Seele spannte
Weit ihre Flügel aus,
Flog durch die stillen Lande,
Als flöge sie nach Haus.




ALEVÍN DE PLATA, ALEVÍN DE LUZ

 
Moriría

¡Si al menos la noche no fuera estrellada!
¡Si al menos el día no tuviera sol!
Si mis fuerzas no se hallaran aun atadas
al latente aliento de tu corazón,
moriría.

He visto esperanzas troceadas
sobre un lecho frío de papel,
sangre que quedó olvidada entre las ramas,
nieve roja ardiendo cerca de mis pies.

Tú ponme una vela
y yo una bala
a la noche pienso disparar.
Noche de estrellas acribillada
luz a luz como nuestro mirar.

Han venido a acariciarme esta mañana
las arañas de tu ausencia el corazón,
y he plantado una granada en la trinchera,
a esperar que en primavera brote un sol.

Estiraba un tiro su eco entre las ramas,
de salir de mi agujero fui incapaz,
y he  enterrado mi esperanza en la trinchera
a esperar que en primavera nazca paz.

Tú ponme una vela
y yo una bala
a la noche pienso disparar.
Noche de estrellas acribillada
luz a luz como nuestro mirar.

Moriría.













Alevín de plata, alevín de luz

Guardo viva la primera vez.
Todo guardo vivo entre cristal.
Tengo tu recuerdo atado,
escondido, que no lo puedan hallar.

Las luces se encendían
en frente del cuartel
y entre la niebla crecía,
alevín de luz, nuestro querer.

Conservo la cadena
guardo también la cruz,
y no me importa si pesan,
que me las dio mi alevín de luz.

Luz de mi pensamiento,
cruz de mi voluntad,
paz, que no encuentra sustento
desde que tu guerra ya no está.

Tengo tus labios vivos,
aleteando al hablar.
Cada palabra respiro,
que no se me muera, un día más.

Son palabras cazadas
al vuelo de un dolor.
Son alegrías calladas,
que suenan con un secreto son.

Alevín de plata, alevín de luz.

No temo ya a la tarde,
no le temo ya al sol,
no le temo al enemigo,
vamos juntos mi alevín y yo.

Luz de mi pensamiento,
cruz de mi voluntad,
paz, que no encuentra sustento
desde que tu guerra ya no está.







El galgo.

El galgo abandonado ya enflaquece.
Su trote esquivo terminó en cojera ayer.
Cambiaron pan por piedra los chavales
y trae por los solares su pardo deambular.
Entre amapolas y anís, el galgo.

El barro como hiedra por sus patas
asciende fiebre arriba
y apenas ya si ve.
Parece que la tierra codiciase
el jaspe lapidado, sin amo, de su piel.

La muerte lo acaricia y con su beso
la azul aurora lo despertará
donde los perros sueñan con sus huesos,
donde las piedras son siempre de pan.

¡Ah, el galgo!

Ni el  pan con  que  solían atraerlo
logra despertar ya su interés.
Sin fuerzas para el miedo no hace caso
de gritos ni cantazos que a  su paso
le vuelven los chavales a arrojar.

La muerte lo acaricia y con su beso
la azul aurora lo despertará
donde los perros sueñan con sus huesos,
donde  los niños siempre arrojan pan.

Entre amapolas y anís,
el galgo.



















Mi dulce mal

Lanza sus pájaros al cielo el día.
Con su alegría van de mar a mar.
Es mucho pero de lo que me creía
este, mi mal.

Queridas sombras de mi infiel olvido,
trozos de luz que quisiera abrazar,
añicos de años que di por perdidos
cortan mi alma al recordar
un tiempo malherido
que no quiero matar.
Tiempo que me has traído
este, mi dulce mal.

La luna trae lo que me trajo el día.
Me duele el sueño y me duele velar.
¡Que todos saben lo que no sabía,
y no lo quise yo escuchar!

Me duele el sueño y me duele la vida.
Ojos y noche están de par en par.
A poco saben ya mis alegrías,
mis pesares pesan más.

Un tiempo malherido
que no quiero matar.
Tiempo que me has traído
este, mi dulce mal.

Mi dulce mal.

Lanza sus pájaros al cielo el día.
Con su alegría van de mar a mar.
Saben lo que yo no sabía
de mi mal.

Aviones muertos vuelven a sus nidos,
vienen cansados de tanto volar.
Y yo, con ser más y tener sentido,
no he podido descansar.


Marineros

Desperté
rodeado de miedo y busqué
salir de mi piel,
hacerme transparente,
huir, no ser.

Desperté deseando esconderme y hallé
tu mirar. Se hunde en mí tu mirar.
Iré donde tú vayas, capitán.

Vámonos tan lejos como deje el mar,
como marineros, sin saber nadar.

Desertar,
dejar esta guerra y marchar.
Que nos den por muertos.
Yo iré donde tu vayas, capitán.
Seguiré, seguiré,
más allá, tan lejos
como deje el mar,
como marineros, que saben rezar.

Y dirán, dirán, dirán,
 los que antes te ultrajaban:
¿Dónde están?

Quiero hacerme cielo
quiero hacerte mar.
Dame tu pañuelo
que lo voy a izar.
















Der Panther
Im Jardin des Plantes, Paris
Sein Blick ist vom Vorübergehn der Stäbe
so müd geworden, daß er nichts mehr hält.
Ihm ist, als ob es tausend Stäbe gäbe
und hinter tausend Stäben keine Welt.

Der weiche Gang geschmeidig starker Schritte,
der sich im allerkleinsten Kreise dreht,
ist wie ein Tanz von Kraft um eine Mitte,
in der betäubt ein großer Wille steht.

Nur manchmal schiebt der Vorhang der Pupille
sich lautlos auf — . Dann geht ein Bild hinein,
geht durch der Glieder angespannte Stille —
und hört im Herzen auf zu sein.

































Nada

Mi alma
pronto arrinconada,
entre un banco y una culpa ahogada.

Mi alma
siempre acorralada
entre mi pared y entre tu espada.

¡Qué futuro veo tan halagüeño!
¡Qué chaval tan majo y tan ri-
sueño que soy ya pequeño
y puedo volar,
sueño y resueño.

Siento
que llueve por dentro
y reverdeciendo está mi aliento.
Crece la ilusión cual hierba mala
en el corazón y hasta en la
nada
siempre esperanzada.
Luego la verdad se me abrazaba
y toda mi ilusión despedazaba
y todo lo que he sido ha sido nada.

¿No es este sol el que ayer
Midas de dulzura te adoró?
Y ahora no brilla igual.
No queda nada

Mi alma acantilada
presto se arrojaba
sobre los despojos que dejabas.

¡Qué tipo tan triste y negativo!
¡Y qué duro es a veces seguir vivo!
Siempre en un tiovivo,
hoy arriba, ayer, mañana en vilo.

¿No es este sol el que ayer
Midas de dulzura te abrazó
y ahora no brilla igual.
No queda nada

¿No es este sol el que ayer…?
Crece la ilusión cual mala hierba
en el corazón y hasta en la piedra.


Mi amiga Clara.

¿Dónde está esa risa ingenua que flotaba?
¿Dónde está aquella emoción si te miraba?

Curiosa asoma mi amiga Clara.
Aliento fresco de niña sana.
Tan bien vestida, tan educada.
Lo más moderno de Salamanca.

Mercedes blanco de madrugada.
Tu tren de vida me atropellaba.
Tan bien vestida, tan mal casada.
Más que una amiga, amiga Clara.

¿Dónde está la risa que en clase se escapaba?
¿Dónde está? Chispas de Moet en tu mirada.
Amiga Clara,
Siempre estarás en mí.




























Sin vida
¿Adónde va tu vuelo a descansar?
Creí alcanzarlo y lo he perdido.
¿Adónde el sueño a hacerse vida va
mi anhelo a hacer su frágil nido?

Rompería
mi voz cansada y mi guitarra fría.
Cada día
sabía que al volver me encontraría
sin vida, mi vida.

¿Adónde va a esa mano a acariciar
el perro que a mí me mordía?
Y no sé adónde puedo ya mirar
que de llorar no me hartaría.

Rompería
mi voz cansada y mi guitarra herida.
Cada día
te vas y todo se vuelve a quedar
sin vida, mi vida.






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